El sodio es un electrolito vital que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio de líquidos, la función nerviosa y la contracción muscular. Durante el ejercicio de larga duración, el cuerpo pierde sodio a través del sudor, y la cantidad perdida puede variar según los índices de sudoración de cada persona, las condiciones climáticas y la duración del ejercicio. No reponer el sodio perdido puede provocar calambres musculares, deshidratación e incluso afecciones peligrosas como la hiponatremia, en la que los niveles de sodio en la sangre bajan demasiado.
La cafeína, por otro lado, es una poderosa ayuda ergogénica. Puede mejorar la resistencia, reducir el esfuerzo percibido y agudizar la concentración, lo que la convierte en un componente esencial de las estrategias de carrera de muchos atletas. Sin embargo, encontrar la cantidad adecuada de cafeína es crucial. Si se ingiere muy poca, es posible que no se experimenten los beneficios para el rendimiento; si se ingiere demasiada, se corre el riesgo de sufrir nerviosismo, deshidratación y malestar gastrointestinal.